La Casa del Tío Quico está enclavada en un pequeño pueblo de 300 habitantes. Dentro de su entorno más próximo, el rural, disfrutarás de una vida relajada rodeado por casas tradicionales de adobe y los que llamamos tesos (cerros pequeños típicos de la zona), de un plácido paseo por la senda al MONASTERIO o por sus tranquilos caminos que llevan a los tradicionales palomares y a las auténticas bodegas, de una huida al río Esla en busca de la pesca, del baño o de algún deporte acuático, de algo de deporte de la tierra en su pista de frontón, de una tradicional partida de tute después de la comida (no se pierda nuestra GASTRONOMIA), de una simple charla con un vecino del pueblo que seguro algo curioso le contará al calor de la chimenea o mientras pasean por unas calles tranquilas en las que respirarás aire puro (y en fechas concretas respirará olor a la tradicional matanza) y en las que podrás disfrutar de la inmensidad del cielo castellano, cielo por el que vuelan las garzas reales -una especie protegida-, las águilas y los milanos, que como las propias cigüeñas, anidan en la torre de la iglesia.

Además, siempre podrá magnificar su estancia visitando las Lagunas de Villafafila, las ruinas de castrororafe, las ciudades de Zamora y Benavente, y el Lago de Sanabria.

Se indicará al realizar la reserva.