Torla, a la entrada del valle de Ordesa y Bujaruelo, es punto de arranque para numerosas excursiones y otras actividades deportivas - adaptadas a todos los niveles de dificultad-.Senderismo, paseos a caballo y en bicicleta de montaña,escalada, montañismo y travesías; descenso de barrancos; rafting y piragüismo; espeleología; excursiones en todo terreno vehículos autorizados; caza - jabalí y rebeco pesca -trucha-.
Igualmente otras excursiones realizables en el día permiten conocer poblaciones y paisajes de gran belleza. Ainsa - casco antiguo medieval - Bielsa y el Valle de Pineta, valle de Gistaín, Garganta de Escuaín, el Cañon de Añisclo.
En el valle de Tena, Panticosa y su Balneario, Sallent de Gállego la estación de Formigal, cruzando la frontera francesa, el pequeño pueblo de Artouste - con su famoso tren de montaña que acerca al visitante al lago del mismo nombre - La ciudad de Lourdes y su santuario mariano es otro destino recomendable.
El valle de Ordesa, integrado en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es un espacio geográfico que, a través de millones de años, ha devenido en lo que actualmente es: un valle glaciar rodeado de montañas, es el río Arazas, serpenteante y saltarín que provoca múltiples cascadas, y una flora y fauna - en muchos casos única - los que dan vida a un paisaje verdaderamente espectacular. El bucardo (capra pyrenaica pyrenaica), cuyos últimos ejemplares viven en el valle, y el quebrantahuesos, son los auténticos reyes del paisaje, acompañados de sarrios, marmotas, águilas, perdices nivales y otras especies que pueblan los bosques de hayas, pino negro y abetos, entre los que multitud de flores - la flor de nieve, la más característica - crecen para dar color al verde, blanco y azul del paisaje.
En otoño es hermoso pasear por sendas y caminos cubiertos de hojas multicolores, que las hayas renovarán la siguiente primavera, época en la que comienza la vida floral del valle, muy propicia para realizar interesantes excursiones.