Se celebra el 25 de julio en la capital del concejo. Durante el día se organizan distintas actividades que culminan con una noche llena de música.
En la tarde del 28 de junio un numeroso grupo de jóvenes va a cortar un gran árbol, que debe ser robado y acarreado a hombros hasta la capilla de Ambasaguas. Así comienza una historia que año tras años se repite, afianzando una tradición que cada año atrae a mayor número de gente.
En Ibias, la víspera del día de Reyes, de honda tradición, donde personas disfrazadas recorren las aldeas y piden el aguinaldo. Entonan canciones y repiten dichos. Dos grupos lo conforman. As Tolas, disfrazados con máscaras de pieles a la cabeza, dan saltos agitan cencerros y dan golpes para asustar a la gente. Os da Ropa Boa, se limitan a cantar y bailar para pedir el aguinaldo.
Se celebra en el santuario del mismo nombre en Cangas del Narcea, el 8 de Septiembre. Romería de carácter popular y de gran devoción entre los vaqueiros de alzada. Gentes de toda la zona acuden a esta celebración en cumplimiento de algún ofrecimiento. Tras la multitudinaria misa, la procesión y una comida campestre.
Se celebra en la villa ibiense el primer domingo de septiembre. La capital del concejo acoge a propios y foráneos en un ambiente festivo. Actividades durante todo el día y actuaciones musicales en la noche deleitan a todo aquel que se acerque a disfrutar de esas fiestas.
El día 19 de agosto se conmemora al patrón del pueblo de Tablao. Tras esta celebración se esconde una de las tradiciones más arraigadas y bellas del occidente asturiano. La Danza de los palos no solo es un baile folclórico. Los danzantes son los solteros del pueblo y es un signo del paso de niño a hombre. A demás de los bailes folclóricos, durante todo el día se desarrollan multitud de actividades para los más pequeños. La noche está reservada para la musica y los mayores.
Se celebra en la Campa de Tormaleo en Ibias. A mediados de agosto coincidiendo con las fiestas de Nuestra Señora una gran romería se orgniza atrayendo a gran número de personas de toda la comarca. El origen de esta celebración se remonta a antiguas peregrinaciones. Música, bailes, comida campestre y vino de la tierra es compartido por propios y visitantes.