SENDA DEL DUERO
Es la gran ruta que discurre por el Parque Natural, utilizando los caminos tradicionales que ha comunicado, desde siempre, los pueblos.
Partiendo de Villardiegua, se puede disfrutar de los dos tramos de la GR-14 que conectan con las localidades vecinas.
PASEO POR EL PUEBLO
Pequeño recorrido por el casco urbano en el que se identifican numerosos
restos arqueológicos, procedentes del cercano Castro de Sanamede, que los vecinos del pueblo han reutilizado para decorar corrales y fachadas.
La pieza más singular es el verraco celtibérico, localmente conocido como
La Mula, ubicado en el entorno de la Iglesia, coincidiendo con el inicio del itinerario.
Además, a lo largo del paseo, se puede disfrutar de los mejores rincones del pueblo, que son una buena muestra de la
arquitectura tradicional de la comarca.
RETANJA Y LA FINIESTRA
La ruta transcurre por un paisaje de transición de la
penillanura sayaguesa, entre grandes prados y cortinas de labor, hacia un ecosistema húmedo de
ladera de cañón.
Gran parte del trazado del itinerario está considerado como
ZONA DE USO LIMITADO.
Es un entorno especialmente sensible, al se el hábitat de especies, de flora y fauna, protegidas y en peligro de extinción.
CASTRO DE SANAMEDE Y PEÑA REDONDA
A partir de lo que fueron la ermita y casa del ermitaño, comienzan a aparecer los primeros lienzos de muralla del Castro. Pueden identificarse también escalones tallados en roca, altares, piletas sacrificiales, serpentiformes y uranoglifos.
RUTA DE LOS MOLINOS
Esta ruta comienza tomando el camino "JARAL" sale frente a la báscula, junto a una nave agropecuaria y tras 4,5 km llegamos a "SANAMEDE" y "PEÑA REDONDA". El camino que sale a la derecha de la báscula lleva al valle de "RITA EL CIERVO", siempre siguiendo la misma dirección llegamos a la zona de "LA REDONDA". Por cualquiera de los caminos de acceso que salen hacia la derecha llegamos al valle del "HIERBADO". Bajando por dicho valle, después de una laguna, nos introducimos en "LA SAD".
Recientemente el ayuntamiento se ha encargado del desbroce y limpieza de cuatro "LAVADEROS". Hasta hace muy pocos años las mujeres cargaban a lomos de las caballerías cestos de ropa sucia, para traerla limpia. Entre el enjabonar, torcer, tender y aclarar aprovechaban para bañarse ellas. Los hombres debían abstenerse de acercarse a los lavaderos para evitar miradas indiscretas.