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icoCasa Rural por Habitaciones EL CANCHAL en Arenas de San Pedro de Valle de Tietar

El Valle del Tiétar se encuentra en el extremo Sur de la Provincia de Ávila, y de las altas cumbres de la Sierra de Gredos que la resguardan, creando un microclima de temperaturas más suaves, rasgo diferenciador dentro de la provincia de Ávila.

Su naturaleza bien conservada ha merecido que una parte del territorio de este valle haya sido incluida en el Parque Regional de la Sierra de Gredos. El río Tiétar marca el límite sur de la provincia de Ávila, surcando suavemente las dehesas del llano y se remansa finalmente en el embalse
del Rosarito, zona húmeda de importancia internacional, refugio de patos, cigüeñas y grullas. En toda la zona los amantes de las aves encontrarán especies interesantes, a destacar el águila imperial y la cigüeña negra que se consideran en peligro de extinción, así como garzas imperiales, alimoches, buitre negro, águila real, colirrojo tizón y tantas otras especies.

La geografía de esta sierra y las fuertes pendientes forman multitud de sinuosas gargantas, uno de los grandes atractivos de la zona tanto en invierno como en verano, cuando se disfruta de los baños en las pozas naturales. El pico del Almanzor es un reto atractivo para los montañeros pero innumerables senderos se abren para el paseante menos ambicioso o para excursiones en bici o a caballo.

El clima, la fertilidad de la tierra y el buen hacer de los habitantes generan productos de gran calidad: cerezas, higos, castañas, aceite de oliva, queso de cabra, pimentón, cabrito, cochinillo, etc. Sirven de base a platos típicos elaborados de forma tradicional en los restaurantes de la zona.

Los pueblos están cargados de historia. Desde los Vetones que levantaron un poblado importante del cual podemos disfrutar visitando el Castro Celta del El Raso que data de los siglos V al I a.C., puentes y calzadas construidos por los romanos como la del Puerto del Pico, castillos construidos en la Edad Media como los de la Triste Condesa o de los Duques de Alburquerque; iglesias, palacios y ermitas, como la de la Virgen de Chilla, completan un rico patrimonio cultural.