La comarca de la Terra Alta presenta una variedad de paisajes que se han conservado en un estado casi inalterado. Junto a las pequeñas llanuras, con los cultivos tradicionales de vides, olivos, almendros y avellanos, encontramos paisajes muy agrestes, como las sierras de Pàndols y de Cavalls, la montaña de Santa Bàrbara o las Roques de Benet. Los doce municipios que integran la comarca son núcleos pequeños con rincones de gran belleza, que evocan tiempos pasados a sus visitantes puesto que conservan en gran medida su peculiar estampa medieval: calles estrechas, soportales y arcadas. Desde el período ibérico hasta el modernismo en tan sólo 743,04 km2. Su tarjeta de presentación es el vino; no en vano encontramos en esta comarca la denominada “catedral del vino”.
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